Las edificaciones grandes o Kullpis, que son las típicas edificaciones de piedra en forma de torre, poseen una parte superior habitable y una sección subterránea muy similar a la de las Mastabas.

Los Kullpis se componen de un macizo de paredes de piedra que sostiene un techo de lajas elaborado con enormes piedras. Además poseen elementos ornamentales y numerosas secciones como nichos, hornacinas y ménsulas. El elemento exterior más hermoso de los Kullpis es el falso pórtico que se prolonga desde lo inferior de sus cornisas hasta el suelo.

Por su forma se pueden distinguir básicamente que, tanto Mastabas como Kullpis, poseen formas cúbicas o paralelepípedas pues presentan 6 lados. La mayoría de las edificaciones presentan bases casi cuadradas o rectangulares mientras que algunas presentan bases circulares o poligonal irregulares.

Los muros son delgados en sus bases y se van anchando a medida que van tomando altura. Éstos se apoyan sobre cimientos reforzados por grandes piedras colocadas a gran profundidad. Se cree que a cada habitación se le dispuso de un adecuado y exclusivo sistema de aireación acústica y de miradores u observatorios que fueron utilizados para controlar el movimiento exterior.

Debido al estilo arquitectónico y a la ubicación de las Mastabas y los Kullpis dentro de Rúpac, ésta ciudadela cumplía funciones militares, religiosas y administrativas debido a la existencia de edificaciones defensivas como murallas localizadas en la cima de la colina, a la destinación de espacios para cultos religiosos ceremoniales y por las desarrolladas redes de caminos que interconectaban a los antiguos habitantes de Atavillos con pobladores de otros pueblos para fines comerciales.